Arqueólogos mexicanos han conseguido explorar los primeros 35 metros del túnel que se encuentra en la base de la Pirámide de la Serpiente Emplumada en Teotihuacán, con la ayuda de un robot diseñado especialmente para el caso. La primera vez que se accede al túnel en 1,800 años.
Sergio Gómez Chávez, el director del proyecto, ha mencionado que el túnel fue descubierto en el 2003 por él mismo y Julie Gazzola, y que este tiene más de 100 metros. Fue cubierto con rocas y tierra entre los años 200 y 250 de nuestra era por los teotihuacanos para preservar su contenido, y había permanecido oculto hasta ahora.
Las imágenes que ha mostrado el robot muestran que el túnel, a pesar de estar lleno de escombros, parece estructuralmente estable y es posible que en unos meses sea posible acceder físicamente a él para explorarlo.
Se piensa que en su interior se encuentran las tumbas de antiguos gobernantes… o algo más. Es un verdadero misterio que tardará años en resolverse por la cantidad de material que hay que remover, pero el primer paso está dado con esta exploración llevada a cabo por el robot llamado "Tlaloque 1", diseñado por el ingeniero Hugo Armando Guerra Calva, del IPN.
Sergio Gómez Chávez, el director del proyecto, ha mencionado que el túnel fue descubierto en el 2003 por él mismo y Julie Gazzola, y que este tiene más de 100 metros. Fue cubierto con rocas y tierra entre los años 200 y 250 de nuestra era por los teotihuacanos para preservar su contenido, y había permanecido oculto hasta ahora.
Las imágenes que ha mostrado el robot muestran que el túnel, a pesar de estar lleno de escombros, parece estructuralmente estable y es posible que en unos meses sea posible acceder físicamente a él para explorarlo.
Se piensa que en su interior se encuentran las tumbas de antiguos gobernantes… o algo más. Es un verdadero misterio que tardará años en resolverse por la cantidad de material que hay que remover, pero el primer paso está dado con esta exploración llevada a cabo por el robot llamado "Tlaloque 1", diseñado por el ingeniero Hugo Armando Guerra Calva, del IPN.
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