Científicos de la Universidad de San Francisco en California están trabajando ya en un prototipo de riñón artificial que, a diferencia de los aparatos de diálisis actualmente disponibles, podría ser implantado en el cuerpo del paciente. Hasta el momento, han completado exitosamente algunos ensayos con animales y sólo falta adaptarlo al tamaño y a la fisiología humana. A diferencia de la diálisis, que normalmente suple el funcionamiento renal en un 13% y requiere al menos tres sesiones semanales de 3 a 5 horas cada una, este riñón podría suplir prácticamente la función entera del órgano, eliminando la necesidad de diálisis y sin requerir que la persona tome medicamentos inmunosupresores, como sucede con la mayor parte de aquellos que han sido trasplantados.
Sin embargo, y aunque la tecnología parece estar lista, el desarrollo de un modelo específico para el ser humano es terriblemente costoso, por lo que los ensayos clínicos en personas puede que se inicien hasta dentro de cinco a siete años. Bien les vendría una donación multimillonaria de Bill Gates o de Carlos Slim para acelerar el desarrollo y salvar muchos miles de vidas.
Model for Implantable Artificial Kidney to Replace Dialysis Unveiled
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